Con una valoración postural completa comprobaremos la capacidad de tu cuerpo para moverse y mantener el equilibrio sobre tus pies.

La existencia de algún desajuste hace que el cuerpo tenga que hacer un esfuerzo extra, desencadenando diversos síntomas en tu organismo. Nos encontramos con consecuencias más allá del pie, como: dolores de cabeza frecuentes, vértigo, sobrecarga muscular recurrente, dolor de cuello, lumbalgia, dolor en las articulaciones, torpeza al caminar o falta de coordinación; así como: trastornos del aprendizaje, dislexia o déficit de atención por hiperactividad.

En la valoración consideramos el cuerpo como un todo, por lo que buscaremos el origen del problema. Trataremos con los estímulos precisos a través del pie o derivaremos tu caso particular al especialista indicado para que logres una rápida y notable mejoría en tu calidad de vida.

Trabajaremos con la ayuda de profesionales como osteópata, fisioterapeuta, optometrista conductual, odontólogo postural, nutricionista, etc.

Esto se debe a que en algunos casos una cicatriz, una alteración visceral, una disfunción visual, una alteración de mordida, o un esguince sufrido en el pasado, pueden ser el desencadenante de todo un conjunto de compensaciones.